Panamá (EFE). El Gobierno y la Policía panameños negaron este que haya panameños reclutados y entrenados en instalaciones policiales del país para luego prestar servicios privados de seguridad en el exterior, como denunció un medio local, aunque se anunció una investigación oficial del caso.
"Este Gobierno no entrena ni exporta mercenarios, vamos a estar claros", declaró a los periodistas el ministro panameño de Seguridad Pública, José Raúl Mulino.
El rotativo local La Estrella publicó este martes que personal policial y militar de las extintas Fuerzas de Defensa fue reclutado a inicios de 2010 por dos policías en activo para supuestamente entrenarlo en las instalaciones de la Academia de Policía.
Según la versión de prensa, el reclutamiento lo llevaron a cabo "un capitán y un teniente asignados a la Unidad de Fuerzas Especiales" durante "una licencia sin sueldo" que recibieron, por un período de tiempo no precisado.
El diario señaló, con base en "datos obtenidos" de una fuente no revelada, que los panameños, unos 65, se sumarían a otras unidades de Colombia y Suráfrica para trabajar para la firma estadounidense Blackwater en la prestación, como mercenarios, de servicios de seguridad en Abu Dabi.
El teniente involucrado en el caso, identificado como "J.G.", supuestamente recibió entrenamiento especial en paracaidismo y tiro en el emirato árabe por parte de Blackwater, con el compromiso de regresar a Panamá para transmitirle a los "comandos" de la Unidad de Fuerzas Especiales los nuevos conocimientos, indicó el rotativo.
En unas muy breves declaraciones en el marco de un acto público, Mulino rechazó que Panamá entrene o exporte mercenarios y sin dar más detalles añadió que el nuevo director de la Policía Nacional, Julio Moltó, "tendrá que hacer lo que corresponde" respecto al caso.
Al ser preguntado por este asunto, Moltó admitió escuetamente a los periodistas que unas "pocas unidades" policiales durante una "licencia sin sueldo" fueron a un "intercambio", sin especificar cuándo, dónde ni qué tipo de adiestramiento recibieron.
"Lo que yo entiendo es que (durante los entrenamientos) no se utilizaron instalaciones" de la Policía Nacional, "se solicitó utilizar un polígono, pero eso es todo", dijo el director sin dar más detalles.
Añadió que debe "investigar cuáles fueron las unidades que fueron específicamente a entrenar", y que una vez tenga más datos ahondaría en el tema.
Moltó asumió la jefatura de la policía a mediados de este mes, después de que su antecesor, Gustavo Pérez, fue destituido por el presidente del país, Ricardo Martinelli, en medio de una polémica por una iniciativa para crear una entidad externa a la policía que juzgase a los agentes que cometieran faltas.
Esa propuesta fue presentada por Mulino y, tras haber sido incluso aprobada por el gabinete de gobierno, fue rechazada por el ahora exdirector policial, después de lo cual fue retirada.
Según la versión de prensa, el llamado proyecto "Thor" de entrenamiento de mercenarios en Panamá se "complicó" con la salida de Pérez de la dirección de la Policía Nacional.
Pérez ocupa actualmente la dirección del Consejo de Seguridad, por lo que su destitución no implicó tampoco su alejamiento de puestos de responsabilidad en el organigrama de la seguridad pública.
"Este Gobierno no entrena ni exporta mercenarios, vamos a estar claros", declaró a los periodistas el ministro panameño de Seguridad Pública, José Raúl Mulino.
El rotativo local La Estrella publicó este martes que personal policial y militar de las extintas Fuerzas de Defensa fue reclutado a inicios de 2010 por dos policías en activo para supuestamente entrenarlo en las instalaciones de la Academia de Policía.
Según la versión de prensa, el reclutamiento lo llevaron a cabo "un capitán y un teniente asignados a la Unidad de Fuerzas Especiales" durante "una licencia sin sueldo" que recibieron, por un período de tiempo no precisado.
El diario señaló, con base en "datos obtenidos" de una fuente no revelada, que los panameños, unos 65, se sumarían a otras unidades de Colombia y Suráfrica para trabajar para la firma estadounidense Blackwater en la prestación, como mercenarios, de servicios de seguridad en Abu Dabi.
El teniente involucrado en el caso, identificado como "J.G.", supuestamente recibió entrenamiento especial en paracaidismo y tiro en el emirato árabe por parte de Blackwater, con el compromiso de regresar a Panamá para transmitirle a los "comandos" de la Unidad de Fuerzas Especiales los nuevos conocimientos, indicó el rotativo.
En unas muy breves declaraciones en el marco de un acto público, Mulino rechazó que Panamá entrene o exporte mercenarios y sin dar más detalles añadió que el nuevo director de la Policía Nacional, Julio Moltó, "tendrá que hacer lo que corresponde" respecto al caso.
Al ser preguntado por este asunto, Moltó admitió escuetamente a los periodistas que unas "pocas unidades" policiales durante una "licencia sin sueldo" fueron a un "intercambio", sin especificar cuándo, dónde ni qué tipo de adiestramiento recibieron.
"Lo que yo entiendo es que (durante los entrenamientos) no se utilizaron instalaciones" de la Policía Nacional, "se solicitó utilizar un polígono, pero eso es todo", dijo el director sin dar más detalles.
Añadió que debe "investigar cuáles fueron las unidades que fueron específicamente a entrenar", y que una vez tenga más datos ahondaría en el tema.
Moltó asumió la jefatura de la policía a mediados de este mes, después de que su antecesor, Gustavo Pérez, fue destituido por el presidente del país, Ricardo Martinelli, en medio de una polémica por una iniciativa para crear una entidad externa a la policía que juzgase a los agentes que cometieran faltas.
Esa propuesta fue presentada por Mulino y, tras haber sido incluso aprobada por el gabinete de gobierno, fue rechazada por el ahora exdirector policial, después de lo cual fue retirada.
Según la versión de prensa, el llamado proyecto "Thor" de entrenamiento de mercenarios en Panamá se "complicó" con la salida de Pérez de la dirección de la Policía Nacional.
Pérez ocupa actualmente la dirección del Consejo de Seguridad, por lo que su destitución no implicó tampoco su alejamiento de puestos de responsabilidad en el organigrama de la seguridad pública.